EXPERIENCIA LTH

Chillido

Es el más fácil de identificar, por lo general significa el desgaste o desajuste de ciertas piezas, depende mucho de la acción que realices al manejar. Si lo escuchas al frenar, los discos de freno están desgastados. En cambio si es al acelerar, las correas de tracción estén flojas.

Rechinido

Tal vez significa que el sistema de transmisión tiene problemas. Los cambios no están enlazando correctamente, el embrague está mal o la cadena de transmisión se dañó. ¡Ojo! quizá, simplemente, dejaste el freno de mano puesto.

Zumbido

Depende de la zona donde lo sientas o escuches. Por ejemplo: el motor puede zumbar porque está sobrecalentado, el líquido de la dirección hidraúlica está por terminarse o la bomba de agua está dañada. Por lo regular, estas advertencias se reflejan en los símbolos del tablero de tu auto.

Estallido

Este ruido también puede sonar como “pequeñas explosiones” que, por lo general, provienen del motor o el tubo de escape. Se da por diferentes razones: problemas para arrancar el auto, el filtro de gasolina está obstruido, el filtro de aire está sucio o el escape tiene un agujero.

Traqueteo

Quizá lo has escuchado cuando arrancas con el motor frío o cruzas un bache. Si es en la parte delantera, puede ser que las pastillas de freno estén flojas o las válvulas necesitan regulación. O en la parte trasera, el tubo de escape está suelto o una tuerca está chocando contra la rueda de repuesto.

Hay algunos ruidos extraños que pueden solucionarse con una limpieza a profundidad o cambiando la pieza desgastada, sin embargo no dejes de llevar tu auto con un mecánico.

Lo más importante es que lo escuches mientras manejas, evites malas prácticas y estés alerta ante algún cambio repentino.